Los niños y jóvenes tienen su lugar propio en la vida comunitaria. Para los más pequeños hay actividades específicas, como el teatro de cuentos de hadas. Los niños de edad escolar participan en el Acto Dominical para los Niños, un servicio religioso para su edad, y además pueden asistir a las clases de religión, en las que reciben contenidos adecuados a a las diferentes edades, en forma de relato; la eseñanza dogmática no existe.
En el año previo a la Confirmación (a los 14 o 15 años) los temas se vuelven más ¨adultos¨ y se trata de que los adolescentes participen activamente. Según las circunstancias, suelen existir uno o varios grupos de jóvenes con las más diversas actividades.
Los campamentos para niños, jóvenes y familias agregan otro aspecto más a la vida social comunitaria.